lunes, 17 de marzo de 2008

Espirales

Capítulo I

Edad de lodo

Nos han robado todo: la tierra, la sangre, el sudor de nuestros cuerpos… la vida misma.

Capítulo II

Edad de Madera

Con el primer disparo Ramón apretó la quijada, como masticando el estremecimiento que electrizaba su cuerpo.

¡Ríndanse! ¡Están Rodeados! ¡Ríndanse!


A unos metros, apostados junto a la vía del ferrocarril, Arturo y Salomón, atónitos, observaban las líneas de luz que las ráfagas enemigas dibujaban sobre sus cabezas.

Capítulo III

Edad de hierro

Si no te doblas te chingan, poco a poco te joden, te van quebrando, te miden, te van midiendo y se ríen y te putean y maldicen hasta cagarse, y te vuelven a putear una y otra y otra y otra vez hasta que te sientas menos que un perro, hasta que te arrepientas de haberte metido donde te metiste, hasta que te de asco ser humano… como ellos.

Capítulo IV

Edad de fuego

Nada hay sino un rencor callado, un odio enraizado que a veces estalla y todo lo quema y hace cenizas.

No tenemos nada, ni respuestas, ni preguntas… nada.

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