miércoles, 12 de marzo de 2008

VOYEUR DE SUPERMERCADO

Éste es quizás el espécimen más común de la familia de los voyeurópidus. Su hábitat natural son las tiendas de autoservicio, así como la habitación más pequeña en casa de sus padres. Se alimenta del cereal que puede extraer de cualquier caja abierta y olvidada entre los anaqueles, o de los yogurths a medio beber que los clientes esconden entre el departamento de caballeros y perfumería.

Totalmente diurno, dicho animal se dedica a observar a su presa –las amas de casa que eligen la verdura los martes, porque es la mejor– durante horas; mientras que éstas, inocentes y ajenas al depredador, palpan selectiva y rígidamente los tomates que servirán para la cena. Entre el ir y venir de las hacendosas mujeres, el voyeur de supermercado tiene erecciones pequeñas, mismas que habrá de esconder bajo su mandil de cajero feliz.

2 comentarios:

zikin dijo...

Realmente siento cierto halago, pero a la vez repulsión... Una cosa si es segura, mis idas al supermercado los sábados por la tarde, ya no serán igual... jejeje. Me agrada mucho esa imaginación pícara pero sin dejar la suciedad... saludos

Herr Boigen dijo...

Mis visitas al supermercado tampoco serán iguales: me pavonearé por los pasillos en espera de ser manoseado con los ojos por el voyeur ;)