*Tomado de Milenio, 19 de enero de 2009, Tendencias
Un beso es considerado fundamental en el contacto erótico y sexual de una pareja, “llega a ser, incluso, más fuerte y poderoso que la penetración. Con el beso la gente se hace mutuamente suya”, es lo que opina Andrés de Luna, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Para De Luna los besos tienen mucha geografía y no tienen fórmulas. Es igual de intenso dentro un salón de clases como en el interior de un automóvil, en la oscuridad deun cine o mientras se viaja en metro, en la clandestinidad o a plena luz del día, incluyendo áreas tradicionales como parques o el famoso Callejón del Beso.
Y es que con respecto a la polémica restricción que impuso Eduardo Romero Hicks, alcalde de Guanajuato, el secretario de salud, José Ángel Córdova Villalobos, también opinó: “Me parece un poco absurdo. Las expresiones de cariño uno tiene el derecho de manifestarlas donde le da uno su gusto”.
Pero más allá de su carácter erótico, estudios científicos y médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social hacen alusión a algunos de los beneficios a la salud que ocasiona a la persona el simple acto de besar apasionadamente en la calle o en privado.
“Los besos apasionados provocan la liberación de adrenalina en el torrente sanguíneo, que aumenta el ritmo cardíaco, la tensión arterial y el nivel de glucosa en la sangre”, dijo Enrique Camarena, jefe del departamento Clínico del Hospital Héctor Tovar Acosta.
Cuando una pareja se besa, abundó, se estimula la parte del cerebro que libera oxitocina, creando una sensación de bienestar.
“La oxitocina es una hormona que influye en funciones emocionales que permiten enamorarse y, al mismo tiempo, está asociada con el afecto, ternura y el contacto físico”.
A nivel fisiológico, abundó, el cuerpo desprende endorfinas, llamadas “hormonas de la felicidad” que generan sensación de confianza, tranquilidad y armonía, goce que activa la progesteronaen las mujeres y la testosterona enlos hombres.
En un beso, precisó, hay una sensación de vacío en el estómago, dilatación en las pupilas, aumento en la temperatura corporal, incremento del volumen y ritmo de los latidos cardiacos, cuyas palpitaciones normalmente oscilan entre 70 y 80 latidos por minuto, pero, al ver a la persona amada, pueden sobrepasar los 100.
“Cuando se combinan estas manifestaciones químicas con aspectos psicológicos como admiración, atracción física, complementariedad, respeto y confianza, dan como resultado el fenómeno del amor”, dijo Camarena Robles tras referir que en este estado las personas tienen a enfermarse menos porque están felices.
El escritor Andrés de Luna, autor de Soles de la tarde: relato de lo instantáneo, considera que el beso pierde su magia cuando es comprado. “Nada peor para un beso que una lengua hoscaque se mueve a la velocidad de un lagarto. El beso pierde sus poderes de seducción, la saliva molesta como el agua en un naufragio. En esos casos, lo mejor es recobrar los poderes de la memoria, un beso suave, de lengua liguera es una entrada a un paraíso que uno puede incluso fechar en el Desierto de los Leones, una tarde de domingo”.
1 comentario:
En esta Ciudad,
no puedes besar,
ahora el amor
es vil subversión.
Jameas imeginé que esa rolita de Jaime López llegara a profecía.
Putos panistas.
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