Rosario
Méteme la mano debajo de los calzones. Me da como miedo que nos cachen. Nadie se mete aquí, nadie nos va a cachar. Sentí suavecito luego mojado, me daba vergüenza que Rosario supiera que yo nunca hecho nada de eso, que estaba bien pendejo y ella me tenía que decir cómo hacerle.
Al principio ella era la que me buscaba, en el recreo se me quedaba viendo y se reía, luego me preguntaba si ya había comprado tacos con doña Pachis, yo siempre me esperaba hasta verla, luego íbamos al puesto al otro patio de
Rosario ya era grande, estaba en sexto año y se pintaba los labios. Tenía el pelo largo y clarito, cuando se reía se le saltaba un diente que tenía chueco, siempre se recogía el pelo en cola de caballo y se dejaba el fleco esponjado, siempre tuvo unos ojos bonitos, cuando se acercaba olía al perfume del spray.
Rosario siempre llevaba lonche, esa vez mi jefa me dio diez mil pesos y me dijo que le diera la feria, se me ocurrió picharle unos tacos a Rosario y en la salida ella me dijo que el que le gustaba de la cuadra era yo, no supe qué hacer, me puse tartamudo y todo sudado, se me quedó viendo un rato y de repente me dio un beso en la boca. Ese mismo día fue a mi casa, pero mi jefa no me dejó salir porque me había gastado la feria del lonche. Como tampoco me dejaron prender la tele, me salí al patio con
Cuando
Íbamos a
En la escuela Rosario le dijo a Cuquis y a
Si me das un beso bésame con la lengua y luego me chupas la oreja y me sobas las nalgas.
Nada más fue una vez la que nos metimos a la casa abandonada, al otro día ya no quiso hablarme y ni me hacía caso. Luego supe que Piter le dijo a todos que se había cogido a Rosario en la casa del Gremblin, que les prestó su cuarto cuando doña Petra no estaba. Fui a buscarla a su casa y le dije que si íbamos a la barda a platicar, me dijo que no, que ya no quería ser mi novia y que ahora quería al Piter. Me dieron ganas de llorar, pero no lloré porque en la esquina estaba el Gremblin y el Muelas y le iban a ir con el chisme a los demás.
Me enojaba un chingo que al Piter no le decían nada por andar con Rosario, que a mí si me chingaron la madre y a él no se la hicieran de pedo. Dejé de salir a la calle y dejé de jugar fut con ellos.
Rosario entró a la secu 45 y tuvo que irse a vivir con su abuelita, ya no andaba con Piter, Muelas me dijo que era novia de uno de tercero, el Mayo de
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