Siempre es mi primer concierto

Hace unas semanas el buen amigo Od me regaló el nuevo EP de Interpol, seis canciones en vivo, grabadas durante su última gira por Londres, en estas canciones se siente la elegancia de la banda, pero asimismo se percibe una fuerza que no escucha en sus discos, hay muchas cosas que son mejores en vivo, y definitivamente los conciertos son una de ellas.

Teniendo en cuenta que soy una de las personas para las que la música es una parte bien importante de la vida, me atrevo a decir que ir a un concierto es un ritual: comprar los boletos, escoger la ropa, buscar el ángulo perfecto… es algo para lo que uno se prepara, se crean expectativas y se espera que se vean satisfechas.

Los Héroes del Silencio y Soda Stereo demostraron que el billete puede más que las diferencias irreconciliables, lo que resultó en memorables conciertos a lo largo del continente, miles de personas volvieron a cantar himnos del rock y los más jóvenes tuvieron la oportunidad de ver a monstruos de la música -querámoslo o no lo son, ambos han dejado una honda huella en la música, pues si bien han surgido nuevas tendencias y propuestas nadie puede decir que lo que hicieron no fue importante.

Regresando al primer párrafo del texto, otra de las bandas que el año pasado visitó el país fue Interpol, encabezando el Festival Manifest. Un servidor –acompañado de personas muy importantes en mi vida- hizo el viaje desde nuestra ciudad hasta la tierra de la Tlatoani Eugenia para ver a Banks y compañía en acción, la experiencia resultó sumamente grata, además del concierto pudimos conocer una parte del DeFectuoso, ojalá haya más oportunidades de regresar.

Hay mucha diferencia entre viajar mil kilómetros en avión, congelarse en la alameda Santa Fe y conseguir boletos gratis para ver a Porter en la explanada un antro fresa del Barrio Antiguo; sin embargo la emoción es la misma: los técnicos colocan los instrumentos y prueban las conexiones, las luces se apagan, se siente algo en el estómago, empezamos a gritar…

Apenas vamos en enero, pero viene Zoé, Bob Dylan y Café Tacvba, chale...