domingo, 14 de diciembre de 2008

a una muchacha que no sabía mentir

a mí,

que he corrompido
setenta veces al amor
más puro,

que he maculado
mis nudillos con
el color de las entrañas,

que me he deshecho
los labios,
una y otra vez
por no entender lo que quiero,

que me he consumido
en las sábanas más oscuras
y a los amaneceres
me levanto roto
y con el corazón hecho un puño.

¿a mí?

que lo he perdido todo
y lo he ganado todo
apenas si con una noche,

ah, muchacha,

pero si somos el abismo…

1 comentario:

Ego Bloiko dijo...

Nunca me ha gustado la poesía; pero esto suena chido, como para un blues.